Cómo prepararse para vivir en otro país?
La adaptación a trabajar en un país extranjero es una habilidad en sí misma. Una persona que trabaja durante algún tiempo en España, Rumanía y Suecia, por ejemplo, ha aprendido a adaptarse a distintos patrones culturales y sabe cómo se trabaja y se colabora mejor con los habitantes de esos países. Se trata de habilidades muy valiosas. Una persona que trabaje en un país latino como Italia, por ejemplo, se acostumbrará a gestionar la flexibilidad, de manera que si alguien dice «5 minutos» entiende que tal vez no sean los mismos 5 minutos que serían para un alemán.
«El mejor consejo para los solicitantes de empleo que consideran la posibilidad de irse a
otro país no es otro que aprender el idioma. A través de la lengua es como se puede entender
la cultura. Hay cosas que, sencillamente, no tienen traducción.
Las personas suelen infravalorar la importancia que tienen los aspectos culturales al trabajar
en el extranjero. Entre ellos se incluyen la lengua y las normativas del mercado laboral,
pero también la cultura empresarial en el lugar en el que se trabaja y en la sociedad
en sentido amplio. En los países nórdicos es frecuente que no haya jerarquías. En Francia,
la jerarquía está muy presente y el sistema está muy centralizado. En los países de Europa
oriental, la autoridad suele ser muy importante, por lo que hacer un comentario negativo
puede no ser bien recibido.
Los consejeros EURES me parecen muy conscientes de la importancia del factor cultural.
Ellos trabajan en una organización multicultural y tienen contacto con colegas de toda
Europa. Son un buen recurso para los solicitantes de empleo.
«La gente no siempre se prepara debidamente para vivir y trabajar en otro país. No son
conscientes de que es necesario conocer sus derechos y deberes. La ventaja de usar
los servicios de EURES es que son gratuitos, accesibles y ofrecen un tipo de información
que hace que el proceso de búsqueda de empleo, traslado y trabajo en el extranjero
sea mucho más seguro».
Piret Ustav, consejero EURES de Estonia
Venda su
experiencia
Trabajar en otro país, aunque sea por poco tiempo, puede resultar muy útil para el futuro,
incluso en un sector diferente. Demuestra capacidad de adaptación. Muchos empresarios
desean comprobar la experiencia internacional previa de los candidatos.
Prepárese para
hacer frente a dificultades
Esté preparado para un choque cultural, puesto que se producirá. Muchas personas se marchan
a otro país con una imagen en la que todo es de color de rosa, pero esta acaba por
desvanecerse. Es importante que se prepare para reducir al mínimo los efectos negativos.
Ha habido casos de personas que se han ido a otro país europeo en busca de trabajo, pero
sin conocer la lengua u otras habilidades necesarias, y han acabado como vagabundos,
sin recursos para volver a casa. Se han dado otros casos de emigrantes que perdieron el
empleo por la crisis económica y que han permanecido en el país porque no querían volver
a casa y admitir que habían fracasado. Los consejeros EURES pueden facilitar recomendaciones
útiles para evitar tales situaciones.
«En una ocasión asistí a una feria de empleo en Basilea y me reuní con un consejero
EURES de Luxemburgo. Me facilitó asesoramiento práctico y útil, como información
sobre el mercado de trabajo, las condiciones de vida y de trabajo en el país y cómo presentar
solicitudes para los puestos, y también sobre los pasos que deben darse antes
de irse a trabajar al extranjero».
Solicitante de empleo de Suiza que ahora vive y trabaja en Luxemburgo
Prepárese para
volver a casa
Puede suceder que sienta un «choque cultural de reincorporación» al volver a casa después
de trabajar en el extranjero. Tal vez se haya acostumbrado a vivir en una ciudad con cierto
nivel de vida y puede que no encuentre esa misma calidad de vida en su país. Su percepción
de lo que es un buen nivel de vida ha variado.
Algunas veces sucede también que las personas imaginan que van a encontrar el mismo
lugar que dejaron cuando se marcharon y pueden sentirse decepcionadas. Su ciudad, su
trabajo, su familia y sus contactos habrán cambiado después de 3 años. Las cosas pueden
haber mejorado, pero también pueden ser más difíciles. A fin de cuentas, no es muy probable
que encuentre las cosas tal como las dejó».
© European Union, 2014