Portugal y sus territorios -las islas Azores y Madeirason destinos turísticos muy famosos. El sector de los servicios es, junto con el turismo, la principal fuente de empleo. La industria ofrece empleo a menos del 20 % de la mano de obra y está basada en productos tradicionales, como los textiles, la ropa, el calzado, el corcho, los productos de madera, las bebidas, la cerámica, el vidrio, las conservas de pescado, la metalurgia, el refinado del petróleo y los productos químicos. El país ha aumentado su presencia en el sector europeo de la automoción y tiene una industria de fabricación de moldes de categoría mundial.
Casi 4 de cada 10 jóvenes están desempleados y el salario per cápita está entre los más bajos de la UE. No obstante, hay demanda de mano de obra en determinados sectores, incluido el trabajo estacional en el turismo y la agricultura; profesionales médicos; trabajadores especializados en tecnologías de la información (TI) y profesionales con capacidades lingüísticas que son difíciles de encontrar en Portugal.Las ofertas de trabajo se publican en la prensa, los centros de empleo, las agencias de empleo privadas, los colegios profesionales y organizaciones sindicales, los supermercados, los ayuntamientos, las parroquias, otras instituciones públicas y, cada vez más, en las bolsas de empleo (públicas y privadas) en internet.
Son cada vez más numerosos los solicitantes de empleo que toman la iniciativa de enviar una solicitud espontánea y colocan anuncios, publican su CV en sitios web y en las oficinas profesionales universitarias, utilizan las redes sociales e incluso crean su propia página web.
En un país en el que más del 90 % de las empresas son pequeñas, los contactos personales siguen siendo uno de los medios más eficaces de encontrar puestos vacantes y de llegar hasta un posible empleador. Si tiene una red social en Portugal, no dude en utilizarla.Es casi imposible cumplir todos los requisitos que se piden en algunas ofertas de trabajo. No se sienta desalentado por ello; si cumple la mayoría de ellos, no dude en presentar una solicitud. Las empresas portuguesas son flexibles en este sentido.
La solicitudes suelen incluir un CV y una carta de presentación (aunque esta puede omitirse si no se pide expresamente en el anuncio de empleo). Prepare su CV, a ser posible, en portugués. Debe ser claro y conciso (dos páginas como máximo) y estar adaptado al puesto en cuestión.
Si la solicitud se hace por correo electrónico, incluya la carta de presentación directamente en el texto del mensaje. El único archivo adjunto debe ser el CV. Procure que los párrafos sean cortos y no utilice los símbolos y abreviaturas informales que suelen aparecer en los mensajes de texto y de correo electrónico. Si realiza la solicitud por correo postal, la carta de presentación no debe superar una hoja A4 por una cara y el texto debe estar mecanografiado.
Respete las fechas límite, en especial si presenta la solicitud desde otro país. Y procure enviarla cuanto antes para participar en el proceso de selección desde el principio y asegurarse de que la empresa no ha elegido ya a un candidato.
Las solicitudes espontáneas pueden ser muy útiles. Muchas empresas portuguesas archivan los CV que reciben y estos son los primeros que consultarán cuando tengan un puesto vacante, para ahorrar tiempo y dinero en la publicación de anuncios.
No, salvo que se indique en el anuncio de empleo. En todo caso, lleve una copia a la entrevista. Si supera el proceso de selección es posible que le pidan los documentos originales al formalizar el contrato.
Al realizar copias de los títulos o cualificaciones para la entrevista, sea selectivo y tenga presente que las empresas portuguesas pueden no conocer el sistema de educación y formación de su país de origen y el contenido importante relativo a los conocimientos y habilidades. Tal vez resulte más
útil presentar documentos como el suplemento al título o al certificado de Europass.
No hay una estructura típica, aunque cabe esperar que le hagan preguntas en relación con lo siguiente:
• antecedentes personales (lugar de nacimiento, lugar en el que estudió, familia, etc.);
• CV: antecedentes educativos/profesionales, experiencia laboral y otras actividades/aficiones;
• motivación con respecto a la empresa y el puesto,
• habilidades personales y sociales (preguntas abiertas sobre el candidato, sus actitudes, sus cualidades y sus puntos débiles).
En una segunda fase, el entrevistador le dará más información sobre la empresa y las funciones del puesto. En este paso, el candidato puede preguntar sobre el nivel de autonomía y las responsabilidades del puesto, la necesidad de realizar viajes, el horario de trabajo, las expectativas salariales, etc.
Al final, el entrevistador dirá cuándo le facilitarán información sobre la decisión adoptada. En este punto, debe expresar usted su agradecimiento por haberle recibido.
Las entrevistas de contratación a través de videoconferencia y Skype no son muy comunes, pero se utilizan cada vez más en las fases de selección iniciales con candidatos de otros países.
Normalmente la remuneración se expresa de forma mensual. Recuerde que, en una situación de empleo estable, en Portugal se pagan 14 mensualidades al año (incluidas las pagas extraordinarias de Navidad y vacaciones, que suelen hacerse en mayo/ junio y noviembre/diciembre, respectivamente), aunque en la actualidad se están adoptando otros criterios a raíz de las medidas excepcionales dictadas por el Gobierno. Si la contratación es en una empresa multinacional, la retribución se puede negociar como paquete anual, lo que incluirá todas las subvenciones y otras prestaciones.
Las bonificaciones de productividad anual no son habituales, aunque puede haber margen para recibir un incentivo al final del año en función de los beneficios que haya tenido la empresa. Solo las empresas de tamaño mediano y grande, mayoritariamente multinacionales, tienen las gratificaciones anuales bien integradas en las políticas de remuneración.
Otras prestaciones pueden incluir: mayor cobertura sanitaria o servicios médicos, en el caso de grandes empresas. Se puede
ofrecer un teléfono móvil, así como un vehículo de empresa, en especial para el personal directivo (gerentes y directores), aunque es una práctica que va disminuyendo.